martes, 19 de julio de 2011

Sin titulo No. 2

Ella escuchaba canciones de letra rosa, pianos de fondo y guitarras de cuerdas suaves y lo soñaba tan cerca que olvidaba estar despierta y tropezaba en cada anden.
Ella dejaba esa timidez que los años le han impuesto y la prudencia que hace estragos con sus malos pensamientos.
Ella descubría un espejo en el ultimo cajón, le quitaba el polvo con la manga de su saco y experimentaba sonrisas y miradas, se peinaba las cejas, le sonrojaba verse feliz.
Ella se disfrazaba de sombra para perseguir su camino sin que él se diera cuenta.
Ella se quitaba su saco pesado de lana gruesa, se acercaba a él con la sonrisa renovada.
Ella sostenía en su mano un regalo tonto envuelto en papel de colores.
Él sonríe, ella tiembla, se confiesa, lo besa y luego despierta.
Se pregunta si algún dia sera tan valiente en la vida real como lo es mientras duerme. Se traga el amor, evita la luz, tropieza con un cd de boleros... y vuelve a soñar.




domingo, 10 de julio de 2011

PINCEL NUEVO

Trazos y rayones, borradores mordidos, pinturas secas, marcadores que huelen a alcohol, hojas con notas, fotocopias perdidas, cartas inconclusas, bocetos del ayer, sueños clausurados y otros tantos renovados, aretes perdidos, bolsas vacías, lagrimas eternas en servilleta resistente... todo sigue ahí, intacto, como en la ultima mudanza se acomodo para que no se dañará, como se guardo y luego se dijo: - Mañana lo organizo y le busco lugar -
Ha pasado mas de un año después de eso, un año hermoso y caótico, tan tranquilo como trasnochador.
Entre lagrimas y sonrisas hay un empate, entre desilusiones y novedades aun no hago la cuenta.

Se me antoja dibujar su rostro, se me antoja pintar con colores de punta fina su pelo, sus ojos y los cohetes de su pijama; la imagen que mejor guardo de su despertar, mi imagen favorita en las mañanas y que renueva mi cabeza cada día.
Regreso y recupero el pulso, encuentro en mis dedos la fuerza que se me había perdido, la emoción de desvanecer con los dedos el polvo que queda del color trazado con fuerza, encuentro esa libertad que le hacia falta a mi cabeza para culminar esa renovación de la que tanto hablo en calma de quienes quieren saber si ya estoy bien.

Defino entonces que ya me encuentro en total libertad, en calma tibia y con sueños que de nuevo comienzo a retocar, con mi pincel nuevo y las lineas de colores que se me ocurra agregar.
No hay reglas para despertar, cada quien decide en que sueño quedarse y cuantas monedas tirar al aire para desafiar destinos y reírse de los pronósticos del tiempo.

Libertad, trazos y su despertar, faltando cada vez menos para eso que llaman felicidad.

martes, 5 de julio de 2011

LA MALA INFLUENCIA

A mi nunca me ha tocado ser la buena, ni mucho menos la mejor, creo que por eso jamas me han hecho una encuesta, ni me he ganado una rifa, no tengo tampoco una vida llena de infortunios, jamas me han robado (de frente), solo cuento con un intento de atraco en mi historial nocturno del que salí bien librada gracias a la aparición casi mágica de una famosa banda nacional (aun hay quienes no creen esa historia, pero tengo un testigo), no soy de malas pero tampoco me va bien apostando.
Desde niña me la he llevado mejor con los niños y los juegos que ellos se inventaban, no por eso soy buena deportista, al contrario desde pequeña me caractericé por mi talento llevando las bebidas a la cancha y recogiendo los balones, simplemente los niños eran amigables, menos llorones y mas leales. Cabe resaltar que mi mejor amiga, la de toda la vida, es lesbiana.

No soy tan gorda, tampoco tan flaca, tengo la mala costumbre de no maquillarme y me peino de vez en vez cuando la ocasión lo exige (para el funeral de mi abuela me peine), detestaría tener arrugas a los 30 y me enorgullece que me pidan cédula hasta a la entrada del baño.

Nunca fui una buena influencia, toda mamá que le sugirió a su hija juntarse conmigo, termino arrepintiéndose a los 6 meses como máximo, luego todas esas mamás no se enteraron (y si lo hicieron fue tarde) que yo era lo menos malo de lo que había alrededor de sus queridas hijas. Aunque callejera puedo contar con los dedos de mi mano mis borracheras, mis fumadas, mis amantes, y mis travesuras agravadas, ademas de sobrarme dedos haciendo la cuenta en cada categoría mencionada.

Soy soñadora sin remedio, aun no termino una carrera y tengo dudas académicas persistentes, me hace feliz asistir a los grados de mis amigos, si a ellos les hace bien graduarse hay que celebrar. No tengo afán en obtener un diploma pero cuando lo logre celebraré y luego lo guardare en un cajón al que mi hijo y sus crayolas no tengan acceso.
A eso de la felicidad yo ya le encontré el significado, por tanto me falta poco para ser feliz.

A grosso modo esa soy yo, en detalle puedo ser mas divertida, no soy "un libro abierto" y no busco serlo me guardo secretos que todos conocen y me guardo historias que convierto en secretos. Confío solo en las personas que aprietan la mano con fuerza, abrazan sin palmada en la espalda y se ríen sin elegancia.

¿Realmente existe alguien a quien se le ocurra la estupidez de dañar "mi buen nombre"?
Todo esta perdido no hay nada que arruinar. Quien me conoce me mira a los ojos y se entera de lo que siento, quien a bailado conmigo sabe que no escondo nada y quien me ha visto llorar entiende porque carajos me puedo volver a enamorar de quien no debo.