miércoles, 28 de septiembre de 2011

Entre otras noticias...

Se pierden vidas, se dañan almas a diario, la misma historia que vuelve y comienza; se denuncia se protesta regresa el silencio y esperamos en el olvido de la siempre insensata memoria a que regrese la injusticia para volver a denunciar, protestar y volver al silencio de nuevo; el maldito circulo vicioso, el altibajo de la emoción y la cordura. Pasa de todo y esperamos que no pase nada, la sociedad dispersa, esto funciona así...
Unos cuantos gritan enfurecidos e indignados, la ira daña el mensaje y todo se vuelve violencia.
Otros se esconden entre el gentío que sigue el rumbo de la conveniencia, del pan seguro y el aplauso como agradecimiento. 
Otros huyen vendiendo la esperanza y pintándose la cara del color conveniente para llenar el bolsillo, unas monedas que quitan el hambre unos días, sin futuros ni preguntas sin pensar que pasará con los hijos que faltan por nacer. 
Otros no se enteran de que pasa con el hambre, los derechos y los finales tristes de glorias sin comienzo, dan una moneda en los semáforos, compran la artesanía de moda y se disponen a modelar su estatus en lugares muy lejanos a nuestra realidad. 
Otros caminan horas para aprender a sumar, viajan a diario un cuarto del día  para ganarse unos pocos pesos para sostenerse muchos días, toman para ahogar la pena de la realidad y desatan la frustración al llegar a casa con una mujer llena de miedo y unos hijos que no tienen la culpa de querer sonreír.
Otros simplemente mueren de hambre.
Otros nos damos cuenta, de ahí la decisión es caminar o parar.
Diverso e insensato, glorioso y detestable, así funciona la sociedad aveces ciega, aveces muda, la valentía dura unas horas y la vergüenza nos frustra mas.
Si ahora grito en el silencio de la noche nadie me escuchará, si mañana lo hago en un plaza llena de gente ¿Cuantos me miraran a los ojos y se unirán a mi queja?
Se necesita valentía si se quiere libertad. Se necesita amor del bueno para liberar el odio del pasado.
Se necesita que el grito no dure lo que la noticia en el periódico, se necesitan manos limpias o por lo menos arrepentidas para reconstruir lo dañado y limpiar lo que aun sirve.
Los malos son mas, pero no es motivo de multitud ganar una batalla. Una idea bien hecha o una palabra bien dicha es la mejor herramienta para vencer. Aporto lo que sea necesario para asegurar por lo menos una vejez tranquila. 

viernes, 23 de septiembre de 2011

Despertar

Cierro los ojos sueño de a pocos,  las sombras que quedan bajo los parpados, las lineas de luz las disuelvo con calma mientras voy dibujando un rostro, un rostro sin gracia una sonrisa desconocida una mirada sabor a mar.
Se hacen oscuras las horas antes de verle, dispersos y latentes los deseos, la emoción inconclusa, el sin sabor dulce que atrapa la ansiedad.
Los pasos siempre contados;  la mala costumbre que conservo desde la infancia, disimulando los nervios frente a las sombras, evitando reflejos, esquivando saludos, llegando con el afán de una mala madrugada al punto de encuentro con la realidad que aunque no me pertenece me toca.
En el camino mezclo mis recuerdos siento lo que debo aunque quisiera sentir mas.
Cruzar una puerta y no reconocer el amor en lo que quedo de su alma, da pánico, no tanto como ver la sombra de la muerte bajo su cama que se transforma y danza a su antojo sin que nadie lo note.
Cuantas heridas tiene bajo la piel, cuantos intentos y derrotas resguarda su mirada, el fracaso inminente de no amarse es el que conlleva a la derrota total a la batalla perdida, es la lucha de los demonios y los amores, es el peso del mundo que se invento para escapar.
Si tan solo despertada de ese sueño profundo que lo obliga a morir, seria mas fácil verle sonreír.
No es la piel, es el alma la que esta averiada, no es su cuerpo el inmóvil, es el deseo muerto que no le permite suspirar. Si no  repara el espíritu de nada sirve volver a correr.
Aquí estoy a su lado, le dejo el Viento por compañía y me permito orar en su nombre sin mas salida que la espera.

sábado, 17 de septiembre de 2011

YA

Ya tengo el culpable de mis dulces sueños, ya le tengo el recado a la muerte cuando regrese por mi,
 ya se como andar entre las ramas sin dañar las manzanas, ya tome la luz del día para convertirla en anzuelo de dichas.
Ya cruce el río con botas azules de frío algodón, escampe bajo el chamizo sin nombre mientras la lluvia dibujaba entre nubes tu voz.
Ya corrí hacia la luna, ya huí del sol, me colgué de una estrella verde para espiar sueños donde no aparezco.
Perdí la cuenta de mis tropiezos y sume mas de 100 besos a mis recuerdos.
Perdone los fracasos de mi memoria y enmendé las sonrisas perdidas con barcos de papel.
Entre dichas y lagrimas no me alcanza para regalarle el arcoiris perfecto al viento, solo puedo darle el silbido que nunca aprendí y un par de secretos que guardo en mis oídos.
Ya hice cuentas, ya hice amores, ya hice vida y solo me queda hacerte feliz.


domingo, 4 de septiembre de 2011

HISTORIA EN EL REFLEJO DE SUS OJOS

Los minutos saben igual que los segundos, extrañar lo que no se tiene es tan indeleble como el recuerdo prófugo de la amnesia. Cómo se puede mantener un alma con sentimientos prestados y voces a escondidas... no sobrevive por mucho tiempo.
Se me olvida la forma del amor y los pasos a seguir antes de oficializar los sentimientos, ha pasado tanto tiempo sin sentir "algo mas" que se me ahoga la ilusión al segundo paso, por torpeza o puede ser falta de practica.
Se pueden ganar besos con sonrisas y a la vez perder la razón con cada palabra y mirada indirecta. Se pueden perpetuar los sueños y cambiarlos por el insomnio permanente que trae la duda.
Pero si se confesará lo mas ajeno de las letras escondidas, se podría ganar la tranquilidad de la conciencia pero la impaciencia de un "no" podría quebrar el orgullo, a la vez que repone el impulso y la fe; porque amar en estos tiempo es simple cuestión de fe.
Sé que me pregunto mas de la cuenta, sé que los sueños rotos abundan y de esos tengo una colección, pero la impaciencia me invade con solo verle en la penumbra, me delato a cada paso quebrando las hojas secas.  Se me ocurre cada cosa prohibida, cada torpeza  me sonroja sin que él siquiera lo note, sin que tal vez siquiera le importe. Pero sigo en pie con mas de un sueño y el amor de ayer.
Son tan banales los motivos que la razón nos da, que me convenzo cada vez mas que no son genios sino mortales con buenas intenciones lo que este mundo necesita.