martes, 7 de febrero de 2012

Martes 1:45 a.m

Un buen amanecer de vez en cuando, una necesidad que aveces sabe a pecado, hoy culpar a la luna se me hace injusto debe ser culpa de algun gato negro que escogio una mala noche para atravesarse en mi camino o simplemente un insomnio mal inducido por culpa de una tragedia de tiempo y mala memoria.
Madrugada sin olor con el sabor amargo de un trago cualquiera, esperando llenar unas cuantas hojas que intactas atormentan los sueños que aun no tendré. Me dedico a delinear dudas y a dibujar planos sin planes un verso sin ruido para dormir bajo la lluvia cuando sea necesario, olvidando los daños y recordando los prejuicios, juntando ganas y derrochando fe, besando su nombre y olvidando todo aquello que no debo recordar, celebrando su sonrisa y esperando las noches desconocidas que no pedí:  perdiendo la cabeza pero no el sombrero.