martes, 23 de octubre de 2012

Sí pero no.


Puedo pasar por tonta de vez en vez, sobre todo cuando tropiezo sin gracia con la piedra evidente que todos ven menos yo, mi torpeza es mi mejor cualidad, es perfecta, innata, es tan yo.
A veces también paso de loca, canto mientras camino sola por la calle y a veces lo hago con una sonrisa idiota, pero solo me doy cuenta de dicha sonrisa cuando siento sobre mí más de una mirada perturbada, eso de cantar solo por la calle esta muy mal visto, en serio, robe, mastique chicle, escupa, pero no cante mientras camina solo en la calle, eso no se hace. 
Y mientras me tropiezo con la piedra evidente y tarareo la canción del día, pienso en él, mi sonrisa estúpida es culpa de uno de esos pocos recuerdos que me niego a guardar, son mi compañía cada día al salir de casa, y sé que no tiene sentido, ni el más mínimo futuro, pero me encanta pensar en él, me gusta como se siente torturarme un rato con esos deseos que jamás serán, y es que las torturas también  pueden dejan sonrisas, como los vicios, puede entonces que su sonrisa sea mi vicio y mi problema sus ojos... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario